28 febrero 2010

TIERRA LLAMANDO A MARTE


Tierra llamando a Marte. Si algún marciano tiene previsto viajar a la Campiña Alta este fin de semana, es mejor que se abstenga. No bromeamos. Las autoridades competentes han anunciado que los geranios de mi vecina, en otros días objeto de admiración de todo visitante, pueden llegar a convertirse en pocos segundos en poderosas armas de destrucción masiva. Las ráfagas de viento pueden tornar sus tallos en peligrosos proyectiles y sus aparentemente inofensivas hojas en pequeñas guillotinas. ¡¡¡Por no hablar de las temibles bellotas perdidas!!! Todo se debe a un insólito fenómeno meteorológico, la ciclogénesis explosiva, también conocida como tormenta perfecta. Como lo oyen. En pocas horas cualquier viandante puede terminar como aquellas pobres personas de aquella superproducción hollywoodiense, ahogados en el fondo de un hasta ahora inofensivo charco.

Así nos las gastábamos en los felices diez: nada de resfriados ¡¡¡PANDEMIAS DE GRIPE!!!; nada de viento ¡¡¡ BOMBAS METEOROLÓGICAS!!!; cada mes, el mes más lluvioso de los últimos dos meses; cada día, el más caluroso desde la última vez que hizo calor; a cada instante una nueva amenaza global se cernía sobre nosotros.

Afortunadamente, a esas alturas todos nos habíamos percatado del asunto y etiquetábamos estas extrañas profecías en una de dos categorías: maniobras de los que manejan el cotarro con el fin de distraer la atención del sufrido ciudadano de sus verdaderos problemas, producto de su incompetencia; y argucias de los medios de comunicación para acaparar audiencia y poder hacer más negocio con la publicidad de compresas para las pérdidas de orina.

Así que aquella tarde decidimos mirar nuestro destino de frente y salimos a la calle a pesar de las advertencias sobre el enésimo apocalipsis. Por eso éramos felices, tan felices como cualquiera que ya no hace demasiado caso de lo que le dicen.

23 febrero 2010

"QUIERO SER COMO LA EX DE BECKHAM"


Corrían los felices diez así que aunque no teníamos planes extraordinarios en aquellos días, todos los parroquianos nos encontrábamos la mar de contentos celebrando la última o la siguiente, que nunca se sabe qué es exactamente lo que uno está celebrando cuando el alcohol ha corrido a raudales. Fue entonces cuando vi clara la respuesta. ¿Cuál es la clave del éxito en estos tiempos que nos gastamos tan marcados por no sé qué crisis de no sé qué cosa? Estar justo en el momento incorrecto y en el lugar equivocado. En la sociedad de la información, cuando todo ha sido inventado, todo está hecho y casi todo está escrito, para obtener la gloria basta con cagarla. Cuando al fin alguien mete la pata y parece que el mundo se va a dar la vuelta, un par de quilos de silicona y un pasado suficientemente escabroso, de esos que antes se ocultaban, puede colocarte en las páginas centrales de la actualidad y lanzarte a todas las cabinas de todos los camiones de esta gran nación, tan querida por todos nosotros, eso sí, con un buen fajo de billetes con el que sujetar tu sufrido canalillo.

01 febrero 2010

AHUYENTANDO A LOS CANES


En los felices años diez también llegaron los Reyes Magos, aunque en esta época junto a las cosas tradicionales traen también innovaciones tecnológicas, caso del cacharrito de la foto que no es más que un ahuyentador de perros (que también funciona con los gatos).
El mecanismo es simple: cuando se ve a un perro o a un gato (no sé si algún otro animalito, pero todo apunta a que sí) hay que apretar el botón y el chisme hace un ruidito molesto para el animal que huirá despavorido...
Conviene no aplicar con la mascota propia según las instrucciones, pero puede ser un gran entretenimiento para putear al perro del vecino...